Gastritis, es la inflamación de la mucosa gástrica que representa irritación. Sin embargo, el diagnóstico se obtiene por exploración endoscópica. En ésta se apreciará si es solo una parte del estómago la que está afectada o todo.

La gastritis puede durar por un corto tiempo (gastritis aguda) y también puede perdurar durante meses o años (gastritis crónica).

Las causas más comunes de gastritis son:

• Malos hábitos alimenticios
• Ciertos medicamentos como ácido acetilsalicílico (aspirina), ibuprofeno o naproxeno.
• Tomar demasiado alcohol.
• Comer alimentos picantes.
• Fumar.
• Infección del estómago con una bacteria llamada Helicobacter pylori.

Las causas menos comunes son:

• Trastornos autoinmunitarios (como anemia).
• Reflujo de bilis hacia el estómago (reflujo biliar).
• Consumo de cocaína.
• Estrés extremo.

Muchas personas con gastritis no tienen ningún tipo de síntomas, algunos de los que puedes sentir son:

• Ardor o dolor abdominal.
• Inapetencia.
• Náuseas y vómitos.
• Eructos.
• Dolor en la parte superior del vientre o el abdomen.
• Síntomas relacionados al reflujo, como la acidez en el estómago.

Los ardores suelen ceder a corto plazo con la ingesta de alimentos, sobre todo leche. Pero horas después agudizan los síntomas.

Si la gastritis está causando sangrado del revestimiento del estómago, los síntomas pueden abarcar:

• Heces negras.
• Vómitos con sangre.

La inflamación en una mucosa gástrica fuertemente dañada puede evolucionar en una úlcera de estómago o en una úlcera duodenal. Puede llegar a dar lugar a hemorragias o perforaciones gástricas.
Tratamiento de la gastritis:
El tratamiento específico de la gastritis será determinado por su médico basándose en lo siguiente:

• Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
• Qué tan avanzada está la condición.
• Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
• Sus expectativas para la trayectoria de la condición.